La educación Montessori en 5 principios fundamentales

text.compare.empty.header
label.searchBox.help2
Recordemos que este método fue elaborado por Maria Montessori, una de las pioneras de la revolución educativa que vivió el mundo a comienzos del siglo XX. Esta educadora y médico italiana centró las bases del sistema educativo que proponía en la pedagogía, en el constructivismo y en la filosofía.
Dicho esto, cabe recordar que el método de Montessori pone gran parte de su énfasis en el favorecimiento del desarrollo de las aptitudes del alumno de forma natural. Es decir, su educación se basa en la exploración, la autodirección, la práctica, el descubrimiento, el juego, la concentración, la comunicación o la imaginación.
La educación Montessori rompe con los métodos tradicionales educativos. Para ello, basa su centro de gravedad en la huida de los sistemas rígidos que se centran en los criterios cerrados de evaluación académica.
Maria Montessori consideraba que la independencia del niño era clave en su desarrollo. Por eso promocionó un método capaz de fomentar el respeto y la independencia, a sabiendas de que las personas nos autoconstruimos psicológicamente por medio de la interacción con el entorno que nos rodea.
Aprovechando la tendencia innata del ser humano hacia el desarrollo personal, el método Montessori aprovecha una serie de principios fundamentales y básicos en los que el adulto pasa a ser un actor de guía y observación. Veamos cuáles serían estos fundamentos.
El respeto por el niño
El adulto, profesor, guía, monitor o educador debe mostrar un gran respeto por el niño. Así pues, cuando el pequeño toma decisiones por sí mismo, a su vez estará desarrollando habilidades.
Las habilidades que desarrolla el niño mientras se desarrolla a sí mismo contribuyen a que mejore en su autoestima y autonomía. De esta forma, el niño sabe que, sin ayuda de un adulto, es capaz de conocer, de experimentar, de aprender y de ser una persona autónoma y segura en sus posibilidades.
La mente infantil
Siempre se ha dicho que la mente del niño es como una ‘esponja’. Sin embargo, Montessori era una fiel defensora de la autoeducación infantil. Es decir, el infante puede aprender por sí mismo a través de su ambiente.
Una base primordial del Método Montessori implica que el niño nace para aprender, por lo que lo comparaba con un sistema de aprendizaje al ser un ser pensante. Por eso, este chico ‘esponja’ absorbe todo y muestra una capacidad ilimitada para aprender en la etapa más importante del desarrollo humano, la infancia.
El periodo sensible
Otro aspecto muy interesante de la educación Montessori se refiere a cada periodo sensible del niño. Son varios y se producen en el momento en que el pequeño tiene capacidad para aprender habilidades con facilitad.
En estos casos, el rol de profesor es importante, pues su misión será observar y detectar esos momentos sensibles en que el niño pueda aprovechar su máximo potencial para adquirir nuevas habilidades.
El ambiente preparado
La educación del Método Montessori cuida mucho el ambiente en el que el niño se va a desarrollar. De esta forma, se diseñan espacios para el crecimiento personal y el autoaprendizaje.
En el ambiente adecuado se van a desarrollar los aspectos intelectuales, sociales y emocionales de los pequeños, pues responderán a sus necesidades de seguridad y orden, siempre bajo la supervisión y asistencia constante del adulto.
El rol adulto
En referencia a la filosofía Montessori, el adulto no es tanto un profesor como en el sistema educacional tradicional, es más bien un guía, un protector que crea el ambiente adecuado de respeto, cariño y protección para que el pequeño aprenda por sí solo.
Podríamos decir que es un observador consciente que guía al pequeño en su constante aprendizaje y desarrollo personal según sus necesidades y tiempos.
Estos principios del Método Montessori se observan siempre en los centros que usan la educación promulgada por su fundadora y creadora.
Decide tu futuro con el Portal de Profesiones de Universia